En esta exposición es posible apreciar numerosas obras de los maestros que vivieron y pintaron en la maravillosa Paris de principio de ‘900 y que pertenecieron todas a la extraordinaria colección de Jonas Netter (1867-1946), gran descubridor de talentos y uno de los coleccionistas más influyentes del siglo XX.
Se trata de más de cien obras de extraordinaria belleza de Amedeo Modigliani, Chaïm Soutine, Maurice Utrillo, Suzanne Valadon, André Derain o Moïse Kisling y de otros artistas que vivieron en Montparnasse durante esos años locos, cuando el barrio parisino se convirtió en un centro cultural de vanguardia y en lugar de encuentro de artistas e intelectuales.
Para entender la colección es fundamental recordar la relación de Netter con el marchante de arte y poeta polaco Léopold Zborowski, que le sugería artistas que todavía no estaban consagrados, como es el caso de Modigliani.
Desde los retratos de Modigliani (Zborowski, Soutine o Jeanne Hébuterne) hasta llegar a los paisajes del período blanco Maurice Utrillo; los lienzos de Kisling (entre los que destaca también un retrato de Netter); y también los trabajos de Derain, Hayden, hasta llegar a las pinturas de Chaim Soutine.
Al rededor de 1920 los bistrot y los cafes al rededor de boulevard Montparnasse y boulevard Raspail se llenaron de artistas e intelecutales: estaban Picasso, Marinetti, Chagall, Hemingway, Ezra Pound, Man Ray, hasta Lenin. Es aquí donde se mueve con agudeza y libertinaje el marchante Zborowski creando poco a poco la colección de Netter que es hoy el testimonio de esa época.